Los recuerdos llegan contaminados desde la infancia, como llega el agua contaminada al puente de Bavastro.
Los recuerdos contaminados con las tristezas que dejan las ausencias a lo largo de la vida y la pobre correntada contaminada con agrotóxicos, basura y todo tipo de desechos de irresponsables civiles y funcionarios gubernamentales.
Tierra, madera, alambre y huecos por donde dejábamos caer piedras de tierra para verlas perderse en las aguas marrones y abundantes. Noches y atardeceres de pesca con el viejo, cangrejos. Esos bichos extraños que descubrí en éste lugar en aquellos lejanos tiempos felices y despreocupados de la infancia. Algo de eso representa el puente para mí.
Hoy las aguas que por aquí pasan lenta y pobremente difieren de las de antaño, no sólo en abundancia también en calidad; en la vida que transportan y el misterio, la incertidumbre; porque no sé hasta qué punto es seguro comer un ejemplar pescado en estas aguas.
Las imágenes dan cuenta de la poca importancia que se le dá a las bondades de la naturaleza. De por sí, los campos aledaños son bañados por productos probadamente tóxicos y cancerígenos en todo el mundo; que acá, en Argentina nos negamos a llamarlos tóxicos y hablamos de fitosanitarios. Todo el residuo termina tarde o temprano en el curso de agua y en todo lo que en ella habita.
Para desánimo de cualquier naturista, cercano al arroyo pavón que por aquí sereno corre; se encuentra el feedlot, una modalidad hotelera de ganado vacuno cuyos aportes contaminantes son conocidos en el mundo entero no sólo para el arroyo sino también para las napas de las cuales se extrae el agua que luego ingerimos, según dicen: potabilizada, cosa que como tantos otros, pongo en duda… y del otro lado, hacia el sur, un basural comunal a cielo abierto y con fosas en donde los desechos del matadero se pudren a la intemperie, pero donde también se presentan a la vista recipientes de fármacos, inyectables, y todo tipo de basura que con las lluvias abundantes todo se mezcla en el pavón desbordado.
Pero quizás lo más indignante es ver la evidencia del desprecio por aquellos que buscan un beneficio de la naturaleza y de las aguas del pavón. Los visitantes que en vez de cuidar esa fuente vital, contribuyen a la contaminación y la mugre. Por ejemplo dejando ahí nomás, como animales, los desperdicios de su día de pesca o cacería sin importar temporadas de reproducción de las pocas especies autóctonas sobrevivientes a las matanzas provocadas por agrotóxicos tras décadas de falta de regulaciones, hoy tendríamos que estar hablando de Prohibiciones. Bolsas; botellas plásticas; tarritos y hasta toallitas femeninas… Hasta bidones de Rand up… Hasta preservativos…
«En la siguiente imágen: Bidón contenedor de agrotóxicos al cual se le debe dar un tratamiento especial luego de ser usado. Bolsas de nylon… Cartuchos de 32grs. 7 1/2. usados para la caza menor que en cualquier caso está fuera de temporada incurriendo en un delito; la temporada de caza menor en Santa Fe abre entre el 28 de abril y el 4 de mayo aproximadamente y no incluye todos los departamentos de la provincia. De haber una secretaria de medio ambiente, estas cuestiones estarían a su cargo y se estaría incumpliendo las leyes 11.717 y 13.509 con sus respectivos artículos, teniendo en cuenta la modificación en la población de muchas especies es un crimen inaceptable.»
En contraste, la visita al puente Bavastro remueve mi memoria que viaja en el tiempo a esos días de infancia con el viejo, aprendiendo a encarnar tirando para pescar mojarras mientras él con la caña grande, se prestaba a la pesca de suculentos ejemplares entre ellos, taruchas y bagres que después pasados por harina y fritos degustabamos en familia. La siguiente imágen me trajo esos recuerdos que creía olvidados…
Por un momento me quedé embobado con la vista sobre éste padre y su hijo, sumido en mis recuerdos que empezaron a brotar como una vertiente incontrolable. Ese niño está viviendo junto a su papá la misma experiencia que yo mismo viví en ese lugar. De ahí que te pregunto ¿Es importante conservar estos lugares? ¿Resguardarlos y preservarlos? En mi opinión, es un tesoro que debemos cuidar celosamente y exigir a las comunas que tienen jurisdicción que no se olviden de proteger estos espacios, porque no solamente son un patrimonio humano, también son un bien de familia. De la tuya y de la mía. Pero sobre todo que no los contaminen, los intereses económicos no pueden ir por sobre los intereses naturales, no nos queda tiempo para revertir las implacables consecuencias de la contaminación, es hora de ser responsables.
Visita productiva. El padre y su hijo se alejan y yo pongo rumbo hacia otro lugar de importancia en cercanías de mi pueblo, esperando que de allí se desprenda una buena historia para compartir, documentar y empatizar con el ambiente que me rodea.
Gustavo Bisio
Tv MaX24 Diraio Digital 